Revisitando la sima MA-2 (Santa María de las Hoyas).
Aprovechando que Cristicris está por Soria con su amiga Ana, nos pide que
le llevemos a ver una cueva una tarde entre semana. Buscamos algo rápido y
cerca del coche. Allá que vamos Cristina, Ana, Luis, Julián y yo. Poco
antes de Santa María de las Hoyas, cogemos el desvío de la pista de
Pimpollares, camino de la famosa Candelones, y en la primera gran curva,
dejamos el coche. La sima está apenas a 100 metros. Acceso evidente si
sabes por dónde queda. La sima tiene tres entradas, nosotros entraremos
por la boca grande, la clásica, y dejamos la vía del Asple para otra
ocasión. Yo ya la había
visitado en marzo de 2023
en solitario, y me quedaba por visitar el tubito final. Que resultó poco
interesante y muy estrecho. Para detalles de acceso ver la otra entrada.
Cristina saliendo del tubo final.
Se trata de una cueva pequeña, pero con bastantes fraccionamientos para
evitar roces. Ideal para practicar en la instalación, ya que hay que saber
dónde fraccionar. La topo clásica no es del todo precisa, pero sirve para
orientarse. Los del GER tienen una actualizada y más detallada.
He dibujado encima de la topo del GET sin la precisión debida,
pero para orientarse..
En realidad es un tubo-rampa vertical que nos conduce a la gran sala. Tras
la amplia boca de entrada, que con una par de fraccionamientos nos
deposita en la base del agujero inicial, y luego continua por una rampa
vertical hacia la sala grande final. Algún paso más obligado de fraccionar
y nos ponemos de pie abajo del todo. Desde allí se puede ver la entrada
vertical de la via del Asple desde el techo.
Una vez en la sala grande, podemos continuar la visita por un estrecho
ramal descendente, tras una cabecera de dos spits, más abajo hay otro
fraccionamiento antes de entrar a un tubo estrecho tumbado y bastante más
pendiente de lo que parece que se bifurca al poco de empezar. Paso
estrecho y carente de interés... ver vídeo...
Monto la bajada, y bajo hasta la entrada del tubito, cuando veo que hay
que entrar tumbado, tiro la toalla, y le cedo el puesto a Luis, que lo
intenta y no puede pasar. Lo intenta Cristina, que forzando a pesar de su
delgadez, lo consigue, y ella sola se adentra, a pesar de que se le acaba
la cuerda, que no es imprescindible, pero ayuda a subir a la vuelta. Con
lo que vemos y lo que nos cuenta, hay acuerdo unánime, nos vamos a tomar
unas cervezas a San Leonardo, mucho más interesante que perder el tiempo
allí abajo.
Con todo, nos vamos bien satisfechos.
Entrada Principal a la MA-2. Foto Cris.
Las ramas impiden ver desde fuera la gran amplia abertura del agujero de esta sima.
Improvisamos salida en el último momento, que nos saldrá cara, porque
tuvimos una denuncia de un celador de medio ambiente, que fue de todo,
menos simpático...
En el estético tubo que da acceso al pozo final.
La Cueva Conejos o de las Parideras, también conocida vulgarmente como la
"Pulgosa", por su fauna habitante cuando por allí moraba el ganado, ha
sido estudiada por haber sido habitada por nuestros ancestros y por
unas pinturas rupestres
que no llegamos a localizar...
Visible porche de entrada.
Murete de piedras en el extremo.
Ninguno la conocíamos y se nos ocurre ir a pasar la mañana. Queríamos
aparcar en el Mirador de la Galiana, (desde allí se llega andando en menos
de 10 minutos) pero como están de obras, y unos días atrás vi una pista por
la que entraba un pastor, entramos por ese camino que nos lleva casi
directos a la entrada. El "atajo" nos saldrá cara porque nos denunciarán por
entrar por esa pista sin permiso, mejor ir andando desde el Mirador, camino
poco marcado pero evidente que nos lleva al porche de entrada por debajo.
Nos preparamos y entramos. En el extremo lateral izquierdo del gran porche
de entrada, se encuentra un pequeño muro de piedras, que retiramos para
poder pasar (lo ponen los pastores para que no se meta el ganado - lo
repusimos al salir).
Topografía Cueva Conejos o de las Parideras.
Se empieza montando un pasamanos (aunque el primer tornillo no se puede
roscar hasta el final) para llevarnos a un lateral que queda encima del pozo
de 6 metros en el que se divide la cavidad. La cavidad tiene dos ramales, el
de la izquierda, que es el más profundo, baja hasta -45m. y el de la
derecha, que baja hasta -28m.
Desde el final del pasamanos podemos bajar hasta la mitad o hasta el final,
que es lo que haremos en esta ocasión. La instalación no está bien del todo,
pusimos un
Pulse
para no hacer más agujeros que luego retiramos.
Desde allí, bajamos la rampa y montamos otro pasamanos que nos lleva a la
vertical. Tramo muy chulo, que fraccionamos en 4 ocasiones para evitar
roces, sobre todo al subir. Llevar chapas suficientes, creo que usamos 21
desde la entrada hasta el final del pozo de 45). Una vez abajo, la cavidad
prosigue por una estrechez y vuelve abajar unos metros más y hay otra
corta galería. Fernando lo intenta, pero el paso es estrecho y tampoco
tenemos tiempo ni ganas de complicarnos, lo dejamos para otra ocasión.
Pasamanos de entrada.
Primer pozo. P6
David bajando el primer pozo P6.
Tubo por el que continúa el ramal izquierdo de la cavidad. Inicio con
cuerda de 50 metros.
El tubo visto desde el principio del pasamanos.
Bajará unos 30 metros en varios fraccionamientos
No saltarse los fraccionamientos.
Me pasé uno por economizar chapas y luego rozaba al subir.
Sedimentos en varios puntos de la cueva.
Parte estrecha por la que continua la cavidad.
Fernando lo intenta.
Pasa el primero estrecho pero no el segundo.
Subiendo, en el extremo opuesto del pozo hay formaciones.
Remontando desde abajo.
David desintalando.
Tan contentos, vamos desmontando. Antes de salir vamos al otro ramal, tras
un destrepe, seguimos y vemos el pozo de -28 m en el que acaba. Se ve
laborioso y lo dejamos para otro día (volvimos en octubre, y había poco
oxígeno). Salimos.
Antes de salir hacia arriba, exploramos el otro ramal.
Inicio de la rampa que termina en el pozo.
Regresamos en noviembre a la cueva, bajando el P28
Final del P20 cuando empezó a pitar el medidor de oxígeno.
Remontando el P6 antes de salir fuera.
En el porche nos espera un celador, molestando con su presencia al nido
del buitre que anida un poco más a la derecha. Nos identificamos
convencidos de no haber hecho nada malo, pero cursará la denuncia, y
desestimarán nuestro recurso. el capricho del celador fueron 240€, 120
euros por pronto pago.