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miércoles, 8 de agosto de 2018

Sima del Rebeco y coloración con Fluoresceína.

Lunes 22 de julio de 2018

Sima del Rebeco (Villanúa): Probando una conexión con fluoresceína.

Después de regresar de las cuevas de hielo de Ordesa, nos vamos a por otro interesante asunto. Hoy Miguel y Reyes quieren probar una posible conexión entre una surgencia que apareció durante las lluvias torrenciales que hubo en 2012 (Más info de las lluvias) , una "en teoría" galería fósil que llevaba mucho tiempo seca y por la que se puso a brotar agua a raudales destrozando la pista a su paso.


En ese pozo estuvieron trabajando la gente del CEA durante un tiempo intentando excavar y desobstruir terminando por desisitir con la faena. Estuvieron entibando las paredes con planchas de barriles metálicos a medida que fueron bajando. Movieron muchos kilos de arena y piedras... Ahora se les ha ocurrido probar esta posible conexión del karst de Collarada. Sus aguas provienen desde Collarada, comprobado con tinción en 1990 desde la Sima de los Campanales.



Miguel en el pozo por el que verteremos el agua tintada.


Para realizar la tinción usamos 24 gramos de fluoresceína, (sustancia bastante cara pero inócua) colocando unos fluorocaptores tanto en la Sima del Rebeco como en la Cueva de ls Güixas. Al emplear los fluorocaptores con carbono activo, la cantidad de fluoresceína a emplear es casi cien veces menor, evitando así el riesgo de colorar el río Aragón.


Los fluorocaptores los prepararon Reyes y Lope, con botes perforados y medias que contenían el carbono activo. Mientras Miguel, Reyes y Lope van a la Cueva de las Güixas con la gente de la CHE, yo tengo la suerte de ir acompañado por dos figuras a la sima del Rebeco. Tuve el lujo de ir acompañado de Mario Gisbert (CEA-Ariadna) y Laureano Gómez (Coordinador Espeleosocorro), para un principiante como yo ir a una cueva en tan magna compañia fue un placer.


Yo no conocía la sima, por eso me apunté a recorrerla, aunque en este caso, como el motivo de la visita era colocar los fluorocaptores, haríamos una visita exprés, y en poco más de 1h15' entramos, colocamos los sensores y salimos fuera. Debido a este velocidad, no me pude entretener para hacer fotos. Pero la cueva me gustó mucho para repetir con calma en otra ocasión.

La entrada se localiza en frente de unas casas por la calle que sube a la pista de la Trapa pasado el Albergue Juvenil. Nos vestimos y en apenas 5' estamos en la boca de entrada.

La entrada al Rebeco es un agujero, por el que en épocas de lluvias intensas, puede llegar a salir agua por la boca.

Para entrar, hace falta una cuerda de 20 metros para instalar la entrada con dos o tres fraccionamientos. La primera parte es amplia, pasamos varias zonas y en seguida  llegamos a un corto muro vertical que hay que remontar con jumar.

Una vez arriba, nos quitamos el arnés y continuamos. A mano izquierda dejamos el caudal principal y un ramal (por el que luego entraremos un minuto), es una zona bonita y con formaciones, seguimos rectos, pasado el desvío, al poco, a la derecha, baja otro corto ramal que termina sifonado, y cuyas aguas vienen de arriba, asi que seguimos, al poco, la cavidad empieza a angostarse, y es necesario ir por una fisura mas o menos vertical reptando un poco, sin llegar a agobiar, pero donde la mochila molestaría.


Pasamos una zona inundable, en la que el agua nos llega por encima de la rodilla y tras otro tramo estrecho, llegamos a una marmita inundada. Un poco antes, a la derecha, por un laminador se baja hasta el colector principal donde colocamos los primeros fluorocaptores.




Detalle del Fluorocaptor con carbono activo.

Entramos a la sima del Rebeco.

Mario instala el fraccionamiento.

Laureano remonta el murete de 5 metros.

Bajando por el laminador al colector principal

Mario marcando los botes a colocar.

Detalle de la colocación.

Desde la parte alta del laminador.

De regreso, volvemos a colocar otros en el ramal que dejamos a la izquierda en nuestro acceso y que ahora nos queda a la derecha. Mientras Mario lo coloca, Laureano y yo seguimos un poco hasta ver una sonda que puso Miguel para medir el nivel.

Con Laureano vamos a ver el otro ramal.

Boya de caudal.


Nos retiramos rápidamente, bajamos el pozo corto y llegamos a la vertical de la entrada, donde estreno mi Patin con la ayuda de Laureano que me enseña a colocarlo correctamente.

Mario en el pozo de 5 metros.

Pozo de entrada.


Recogemos y nos vamos a buscar al resto del equipo en el Centro de Interpretación de la Cueva de las Güixas.  Desde allí subimos al "agujero" que apareció en 2012 y por donde vamos a verter el agua tintada con la ayuda del Alguacil del ayuntamiento de Villanua, que con una pequeña cisterna de 500 litros echaremos seis viajes.




La finca en la que apareció el agujero rebosando agua de la nada...







Añadimos diversos aditivos (Alcohol y Amoniaco) para mejorar la solubilidad de la fluoresceína.





Vertiendo el líquido.

Echamos varias cubas más...



A la espera de recuperar los fluorocaptores y analizar sus resultados (unas muestras ya están recogidas y estamos a la espera de los resultados) nos vamos a comer y a celebrar una jornada tan didáctica para mí.





4 comentarios:

  1. Muy interesante David. Tuviste que gozar un montón. Ya nos dirás los resultados! Saludos.

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  2. Guauu!! Que interesante! Ya nos contarás si obtuvisteis algún resultado con la fluoresceína.
    Saludos

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  3. y los resultados donde están ?

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  4. Pues lamentablemente no salió nada en los fluorocaptores. Por lo tanto, ese nuevo agujero por el que se echó la coloración no está conectado ni con la cueva de las Güixas ni con la sima del Rebeco. Por dónde se filtra hacia el río Aragón seguirá siendo un misterio....

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