Tras la verdadera llegada del invierno meteorológico, ardían las ganas de ir a pisar esa nieve tan abundante que había caído en Pirineos. Si bien, a medida que avanzaba la semana y veía el impacto del viento me hacía bajar expectativas, pero al no tener los esquís en Soria no había opción de estrenar la temporada en las Rocky Mountains sorianas (donde se pudo hacer más y con mejor nieve) y tocaba ir para Pirineos.
No consigo convencer a nadie para pasar a Francia como era mi deseo. La distancia, el incierto estado de las carreteras, y sobre todo el pronóstico de vientos fuertes no auguraban mucho margen de éxito. Así que me tuve que rendir a la evidencia y buscar objetivos más realistas. Cuando planteamos propuestas, el riesgo de aludes nos hacía ser muy prudentes, aunque lo que luego nos encontramos, fue un fuerte riesgo de hipotermia, por las bajas temperaturas y el viento feroz que hacía en altura.
Aunque inicialmente no habíamos quedado mucha gente para intentar el Burrambalo desde Betés, al final acudimos un numeroso grupo, que colapsamos la plaza del pueblo. Yo que llegué el primero, en previsión me subí a la urbanización de arriba, con idea de subir por el sendero. Pero los veteranos decidieron que mejor subir por la pista y dejar una buena huella para la bajada.
A la cita acudimos 15 personas. De una lado del grupo de Daniel, con David, Rafa, Paty, y yo. Por otro lado, Ángel Moraga, Luis Chaverri, Toya y Champi, con su grupo de Biescas: Marie Claude, Alfredo e Isabel, Lara y Álvaro, y Kike Lardiés (que se volverá antes por no encontrarse bien).
Salimos por la pista antes de llegar al pueblo, a mano izquierda. Pronto rebasamos la traza inicial abierta por un tractor y toca abrir camino. Con tanta gente, no es problema abrir dos buenas huellas de conversación. En el bosque, protegidos del viento, se sube bien, agradecemos cuando el sol nos calienta y hace más llevadera las largas lazadas que recorre la pista para ganar desnivel de forma casi imperceptible. En la subida, Champi propone acercarnos al banco-mirador de la Punta Lit. Abandonamos por un momento la pista y bajamos unos metros por sendero hasta la punta-mirador, donde hay un cómodo banco desde el que merece la pena disfrutar del paisaje. Sorprende la vista invernal de Biescas y las Agujas del Asieso en la parte baja de Peña Blanca, por donde subimos hace ya unos otoños por la Fajalata.
El recorrido realizado.
Arrancamos en una pista antes de Betés de Sobremonte.
Zoom a la Agujas del Asieso, por encima discurre la Fajalata.
Zoom sobre Biescas nevado.
Tras las fotos, bien ordenados, volvemos a la pista y continuamos. Desde este punto, hay un sendero que acorta el recorrido, pero hoy no compensa, y seguimos por la pista, que ahora empieza a tener algo más de desnivel. Pronto llegamos a la antena en la que termina la pista, y continuamos ya en medio del bosque, buscando su protección porque intuimos que arriba espera el infierno en forma de vendaval. En una de las dos zonas más abiertas de bosque, a escasos metros de la Punta Cerruza, paramos a poner guantes gordos y el goretex en previsión, que por un lado diría que fue un acierto, aunque el acierto gordo hubiera sido hacer la transición allí e iniciar el descenso en ese momento. Pero, como mañicos, vamos para arriba, y allí que asomamos y vemos la cara Sur de Telera. Las rachas de aire son constantes y heladoras, y mientras decimos que no tiene sentido seguir hacia el Burrambalo, una ráfaga me tira al suelo, a mí y a varios más, que casi hacemos el efecto dominó con el resto. Transición desagradable, donde los más hábiles la hacen más rápido y bajan a la protección del bosque. Dando gracias que ninguna foca saliera volando, esperamos detrás de árboles que cada uno termine su maniobra.
Volviendo del banco a la pista por el sendero de enduro.
El descenso, sinceramente, pues lo de menos, un trámite casi. Arriba la nieve venteada dejaba girar, luego la segunda zona amplia, estaba algo costrosa, pero tras bajar los primeros tampoco era criminal. El tramo de bosque, lo habitual, sin ser jabalinero en extremo, y luego, rápido y largo descenso por la pista, que al estar con la nieve tan fría, corría que daba gusto, y apenas hubo que remar (si la nieve hubiera estado húmeda, prever agujetas de la remada).
Menudo grupo formasteis, con las malas condiciones que había, sobre todo por el viento, conseguisteis sacar una buena actividad, es lo que tiene, tener buen conocimiento del medio. Me apunto, estás cimas secundarias, que siempre son una buena opción, cuando hay nieve a casi cualquier altitud.
¡Hola Eduardo! Ciertamente es una zona no muy transitada, yo no había estado nunca por aquí. Me pareció interesante como bien dices para días "tontos"...
Hola David.
ResponderEliminarMenudo grupo formasteis, con las malas condiciones que había, sobre todo por el viento, conseguisteis sacar una buena actividad, es lo que tiene, tener buen conocimiento del medio. Me apunto, estás cimas secundarias, que siempre son una buena opción, cuando hay nieve a casi cualquier altitud.
Salud y montaña.
¡Hola Eduardo! Ciertamente es una zona no muy transitada, yo no había estado nunca por aquí. Me pareció interesante como bien dices para días "tontos"...
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