Por la mañana estuvimos mirando el barranco de Fago
Bonito desfiladero
Foz de Fago
El río iba limpio y sin crecida...pero lo dejamos para otro día.
Las gorgas de San Julián es un barranco de los llamados "menores", pero que es bastante "cabrón" si se me permite la expresión. Acertar con el caudal es sin duda el principal problema. A eso, sumar la aproximación, que no es ni corta ni evidente ni agradable por la vegetación lacerante. Superadas esas adversidades, se trata de un barranco interesante, bien formado, a partir de bloques empotrados que nos deparan una sucesión casi continua de rapeles que mejoran a medida que bajamos, y con un final espectacular.
Antes de hacerlo, pensárselo bien y confirmar que corra el agua. Luego no digáis que no avisamos. Para salir contentos hay que ir muy motivados.
Yo ya lo había hecho tres veces con anterioridad, y nunca fue ideal, pero como el entorno dentro del barranco es chulo, siempre repetía esperando encontrar mejores condiciones, nunca fue así... En anteriores ocasiones el problema era la falta de agua, pozas estancadas que olían mal, cagadas de los palomos, las aves revoloteando..., pero ya se sabe... el hombre es el único animal que tropieza varias veces con la misma piedra... y como no hay dos sin tres... allá que fuimos.
Arrancamos por el sendero balizado hacia la ermita.
Subimos hasta la Urbanización del Campo de Golf de Nueno, y dejamos el coche justo en la parte superior, al lado de la piscina.. De allí empezamos a andar en dirección a la ermita de San Julián, sendero evidente y con señalización. Al poco, tenemos que dejar el sendero, y sin ver un punto claro, siguiendo un track, que no es que esté mal,. pero es que no hay camino. A tramos se puede enlazar hasta 50 metros, pero lo normal es andar 5 metros y que se cierre por la vegetación. Las aliagas nos dejarán las piernas bien lastimadas (siempre digo que cuando vuelva iré con tijeras de podar y pantalón largo, pero con el calor, nunca me lo pongo...) No toca otra que sufrir, ir ganando metros hacia la arista, y una vez allí, la cosa mejora. ya que empieza a haber algo parecido a un sendero. Y desde el Colladín, la cosa mejora mucho aunque sigue sin ser evidente a tramos, y aún nos quedará pincharnos un poco. Sólo cuando alcanzamos la altura suficiente, se acaban los pinchazos.
Pronto entramos en el campo de aliagas pinchudas...
Menuda ratonera... pobres piernas
Hubo que mirar el track unas cuantas veces...
Una vez ganada la arista la cosa mejora mucho
Incluso hay mojones
curioso abrigo vivac cerca de la arista.
Ya se intuye el barranco
Tramo horizontal
Por allí abajo iremos...
Curiosa ventana cercana al pico de Gratal y Peña del mediodía
Descenso para hacer con cuidado
Llaneamos y como era de prever, sólo queda lo peor, bajar al cauce. Terreno de piedra suelta, de ir atentos, y con final picantón. Por las aliagas y porque no vimos instalación, hicimos un primer rapel desde un arbusto. Nos ponemos el traje y vamos sorteando los primeros destrepes en oposición. Daba pereza ponerse la chaqueta porque el barranco aún iba seco, pero por la salud de nuestros codos no quedó otra. Tras cruzar el afluente parece que algo de agua corre, pero mucha va filtrada por debajo de las piedras.
Primer resalte para el que sacamos la cuerda.
Iniciamos la sucesión de resaltes y destrepes
Pozas verdes pero corre un hilillo. Nuestros codos piden chaqueta...
conviene pasar rápido para no molestar a las aves.
Los bloques redondos empotrados son la marca de la casa de este barranco.
Rapeles cortos pero incómodos.
Los rapeles se suceden, unos con recepción en poza, por debajo corre un hilillo de agua. En ocasiones cubre, otras no, y cuando llevamos la mitad, nos encontramos con el cadáver de un pobre corzo que cayó desde arriba y se mató el pobre. Lleva pocos días, y aún no olía muy mal, pero por estas fechas estará intransitable... hasta dentro de un mes (y no creo que siga llevando agua) o casi mejor hasta después de las tormentas del otoño...
Rapel largo y estrecho.
Por suerte, el corzo está en una zona seca, el agua corre por debajo filtrada.
Huele pero todavía no era insoportable...
Si has llegado hasta aquí, ¡¡¡ahora solo queda lo mejor!!! pero queda muy poco para el final...
Empieza la sucesión de rapeles, cortos, no siempre sencillos, pero que van ganando interés en longitud y estética a medida que vamos bajando. Es un incremento de calidad y belleza con un bonito broche final.
Llega la zona más bonita...
Esta reunión debería estar al otro lado.
Sería mejor rapelar desde la pared de la derecha.
último rapel visto desde abajo
último rapel visto desde arriba.
Se aprecian las clavijas que tenían puestas para coger palomas.
Bonito desfiladero final
El barranco está reequipado, con muchos puntos de reenvío, químicos, y anclajes abajo para hacer rapeles guiados... con todo, diré que el último rapel tiene un emplazamiento mejorable, desde mi punto de vista, ya que sería mejor colocar uno en la pared de la derecha, para no rozar las cuerdas tanto. Es cierto que con caudal sería expuesto llegar a esa hipotética cabecera, pero no es la tónica de este barranco los caudales altos...
Nos quedan 20 minutos de retorno al coche. Contentos, con el broche final a este fin de semana de barrancos, ya estamos pensando en el siguiente... dudamos si aprovechar las tormentas que han dado agua a Mascún y Consusa o ir por tierras navarras a Artazul y Leze, ya veremos....
No hay comentarios:
Publicar un comentario