Cuando mi cabeza estaba pensando en preparar los esquí para estrenar la temporada, recibo un whatsapp de sito, que si me apunto dentro de una hora para ir a la sima de la majada del Cura, una actividad de la que hemos hablado muchas veces y que tenemos pendiente. Me apunto sin pensarlo, pero le pido un poco de tiempo ya que aún no he comido ni llegado a casa.
Vamos hasta el cercano pueblo de Fuentetoba, con Carlos y Sito. La aproximación es corta pero entretenida, además hoy tenemos hasta nieve en el acceso. Remontamos la Fuentecillas Romanas, que llevan agua (forman parte del entramado de aguas subterráneas de todo el sistema de aguas de Fuentetoba,) lo que nos indica que el río interno irá bien cargado de agua. Son un aliviadero según el nivel freático del acuífero. Aunque erramos a la primera, localizamos la entrada de la cavidad, justo antes del anochecer y entramos.
Nada más entrar, Carlos monta en nada la cabecera del primer pozo. Bajamos los 4 metros verticales (hay quien los ha destrepado) y seguimos. Bajamos la rampa y tras un giro, pasamos un primer estrechamiento. Carlos que participó en la exploraicón, nos cuenta que este paso estuvo cerrado hasta una laboriosa desobstrucción de casi dos meses ( a fines de semana) sacando cubos de tierra. Tras ese primer paso, seguimos y rápidamente llegamos a otro paso limitante. Tiene agua (como era de esperar), yo creo que ya no vamos a seguir más. Pero Carlos, empieza a limpiar el pasadizo que hay que cruzar, como una tubería que tiene cuatro dedos de agua. Con una esponja, y tras casi 20 minutos de faena, lo deja casi seco. Es un paso muy estrecho, de casi dos metros de longitud. Carlos y sito pasan rápidamente, pero yo voy muy justo, y en el primer giro, mi costilla aún convaleciente, protesta. Asumo que hoy no es mi día, y les dejo que vayan ellos solos, están unas 2 horas más. Mientras yo me entretendré visitando el otro ramal (10 minutos), mucho más corto y menos interesante, pero es que fuera hace aire y un frío de narices, así que mejor bajo tierra.
Dejo la cueva pendiente para cuando esté mejor y no haya tanta agua.
Aquí unas fotillos de la cueva. Son de la cámara mala, pero es que con tanto barro que hay en esa cueva, no se puede llevar una cámara si no es estanca....
Acceso nevado.
Localizamos la cueva justo antes del anochecer
Carlos monta rápidamente.
Rampa tras el rapel.
Para vaciar ese tubo estuvieron casi dos meses.
Lo dejaron perfecto.
Llegamos al paso limitante, y Carlos se pone a vaciar el agua.
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