Tras casi un mes de reposo por una fisura en una costilla por culpa de una caída corriendo, me acerco con unos amigos a conocer una sima muy cercana a casa, en el pueblo de Fuentetoba, por donde suelo salir mucho a correr, y que tiene todavía muchas cositas que desconozco como ésta.
Con Agustín, Miguel, Alberto y Fernando
Se trata de una pequeña cavidad, de apenas 90 metros de desarrollo lineal y que baja a la cota -45 metros. El acceso es andando desde el final de la Urbanización de Fuentetoba, junto al parking de la cascada. La subida serán 25 minutos, por terreno algo impreciso. Tras rodear el vallado, sube por una senda junto a unas colmenas. Hay que dirigirse hacia un gran bloque de roca, y al llegar a la base de una muralla rocosa, girar por un llano hacia la derecha hasta dar con la boca de entrada. Track hecho con el móvil.(Puede ser dificultoso dar con la entrada).
Topo de la Sima de Fuentetoba y en rojo la zona con poco oxígeno.
La cueva en sí no es de gran interés salvo para la gente local, pero no es fea y tiene sus formaciones. Eso sí, aunque no son imprescindibles cuerdas, hay que bajar con cuidado, tanto el destrepe de entrada, como la primera rampa arcillosa y la última. Seguiremos vigilantes con el oxígeno. Yo es la primera experiencia en este tipo de situaciones. Es una pena, porque cada vez es más frecuente en cuevas del Cañón del Río Lobos.
Acceso hacia las laderas del Pico Frentes.
Superado el resalte rocoso, girar a la derecha.
En el llano, seguir 200 metros en diagonal hacia el pico Frentes.
Agujero de entrada.
Se puede destrepar con cuidado, pero una cuerda sirve de por si acaso.
Vamos un grupo de gente inexperta y quieren hacer alguna práctica. Aunque el acceso es posible sin cuerda, montamos dos instalaciones. Por un lado para rapelar tranquilamente, (Es más un destrepe asegurado) y por otra desde una encina, se cuelga Miguel y pone un spit para hacer un fraccionamiento en el pozo vertical de la entrada.
En un resalte de no más de 4 metros.
Montamos un rapel a un lado.
Y un fraccionamiento en el otro.
Miguel mete un spit.
Y montan un fraccionamiento.
El destrepe se puede bajar rapelando, pero casi es más difícil.
Mientras practican, yo bajo hasta el final. Tras el destrepe inicial, se baja a una rampa inclinada resbaladiza, que termina en un rellano y junto a un paso bajo, la cueva gira a la derecha. Tras agacharnos, se gira de nuevo y seguimos bajando, con algunas formaciones. El descenso es cómodo por esta parte, hasta un nuevo estrangulamiento, un paso de techo bajo, ese punto es clave ahora. Yo desciendo y sigo. El descenso es sencillo pero hay que hacerlo con cuidado para no caerse al pozo final. Conforme bajo, me noto respirar como cuando te falta el aliento en una fuerte subida.
Bajo la rampa resbaladiza.
Paso de techo bajo donde gira la cavidad.
Montamos un rapel para bajar la rampa.
La rampa vista desde el primer rellano.
En la cabecera de la rampa.
el primer paso de techo bajo.
Algunas formaciones y un par de murciélagos.
Vistazo hacia arriba desde la segunda rampa.
Final de la segunda rampa
Tras la estrechez, sigue bajando, la 3ª y última rampa.
Hay formaciones a un lafo.
Pozo final.
Formaciones desde el pozo final.
Aunque no teníamos información previa de problemas de oxígeno en esta cueva, rápidamente me doy cuenta que esto no mola. Bajo el destrepe final hasta el final de la cueva, y sin estarme a hacer fotos, empiezo a subir tranquilo, sin gestos bruscos pero sin pausa para arriba. Al pasar el estrangulamiento, empiezo a respirar mejor, y confirmo que será la falta de oxígeno lo que me ha hecho respirar "raro". Cuando bajan mis compañeros, algunos lo notan enseguida, otros más abajo, pero se confirma el tema. Unos días más tarde, otros compañeros volvieron y también notaron la dificultad para respirar aunque llegaron hasta abajo. Van a colocar un cartel informativo.
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