davidmalabarista 2.0: De barrancos por Lescun: Gave de Lescun

Sábado 7 de octubre de 2023

De barrancos por Lescun: Gave de Lescun.

Aunque el tiempo ya invitaba más a andar que a remojarnos, Nacho Sancho me convence para ir a barranquear por tierras francesas, y yo que oigo hablar de Lescun y lo dejo todo... pues me apunto. A toro pasado, son barrancos muy bonitos, pero mejor con más calor y que apetezca meterte en el agua. Son barrancos muy acuáticos, a la sombra y que, con caudal, son problemáticos. Estética de 10 pero requieren habilidad en maniobras, en el agua y saberse mover por piso muy resbaladizo. Esa tarde terminé saliéndome del frío, en el Sharrumbaut d'Anaye...

Quedamos con dos amigos pamplonicas de Nacho, con Alfredo y con Juan. Empezamos la jornada con el Gave de Lescun. La idea es combinarlo después con el cercano Sharrumbaut.

El Gave de Lescún es un barranco acuático y relativamente corto en el que conviene evaluar el caudal, con mucha agua puede ser comprometido. Nosotros lo pillamos casi en "estiaje" y sin problemas, pero ojito con agua...

Juan saltó a la marmita sifonante...

La aproximación la hicimos (desde Lescún no desde la carretera de Lhers) por el otro lado a la que suele ser habitual y nos resultó muy cómoda, además nos permite ver el caudal desde arriba en pocos minutos. Track.

Dejamos el coche en el ensanchamiento pronunciado de una curva antes de llegar al pueblo de Lescun. Iniciamos un descenso por senda para cruzar por el puente desde el que ya divisamos la primera gran cascada y las marmitas previas.

Después, en un tramo algo impreciso, dejamos la senda y empezamos a remontar por la margen izquierda del barranco, se intuye bien y luego se ve senda/trazas.

Nos vestimos y al agua directos. La entrada se puede hacer con salto de 6-7 metros o con un pequeño rapel. Así, en frío, decido montar para catar el agua que comprobamos baja fría.

Enseguida el barranco nos muestra sus credenciales, acuático y frío. Tras un pasillo de aguas gélidas llegamos a la cabecera del rapel que da acceso a la marmita que se sifona.

La bajada con caudal bajo no es problemático. Juan, que derrocha valentía, y , a mi juicio, algo de temeridad, nos pide que vigilemos y tengamos la cuerda preparada, que salta a la marmita trampa (lamentablemente no le pude grabar el salto). Al final consigue salir de allí y saltar para abajo.

Después viene otro rapel de 12 metros, que Juan saltaría. El acceso a la cabecera con caudal puede ser problemático, una cuerda abandonada ayuda a subirse. Allí esperando mi turno me quedé helado... y luego los dedos no estaban hábiles para hacer fotos.

Tras otro breve tramo de agua pasamos por debajo del puente y pasamos un pequeño muro de contención y vamos a por el rapel largo, una caída que impresiona un poco, pero lo de siempre, con caudal bajo, la primera parte ni te mojas, sólo al final te llevas un cazo bueno al azotar el agua con fuerza sobre el casco.

Sólo nos queda un última salto a la espuma en el que conviene saltar lejos para evitar riesgos. Y ya se nos ha acabado esta pequeña joyita, breve pero intensa, nos queda un gusto agridulce, nos ha sabido a "poco", pero con el agua fría no nos importa terminar, casi hasta lo agradecemos. Después, apenas 50 metros, salimos por la derecha (lo hicimos sin senda, pero es evidente, quizás la senda está un poco más abajo) y por un prado conectamos con una granja de la que cruzando la finca se coge el camino que se suele utilizar habitualmente como aproximación, y que en unos minutos nos lleva al puente que cruza el barranco.

Quizás con más agua, la ración de adrenalina ya se habría gastado antes y el cuerpo no pediría más.

Tuve problemas con las cámaras, la de fotos tuvo la molesta gota de agua que se me queda en el objetivo a pesar de aplicarle mil líquidos que eviten ese problema, ya no sé qué hacer, me jode las fotos y me cabrea durante el barranco. Y la goPro también se rebeló impidiéndome grabar los tramos finales.

Un breve vídeo del descenso.