Después de la
soba del día anterior
estamos algo perezosos, y aunque nuestra idea era descender en esta
jornada el Consusa Inferior, pensar estar otra vez a remojo nos dio
pereza, y decidimos cambiar el tercio, y optamos por realizar el paseo
de los Miradores de Revilla, que Carlos y Nacho no conocían y después,
hacer otra visita a la cueva de los Arnales, que está al final del
barranco
Trásito Superior.
Cueva de los Arnales.
Qué decir de este agradable paseo de los miradores de Revilla. Paseo
sin desnivel, (si no volvemos por arriba) con grandes vistas, por una
senda casi siempre a la sombra y con unas vistas de primera sobre la
cuenca del río Yaga. Cuesta intuir el pueblo de Escuaín en frente.
Vimos que el barranco del Lugar ya estaba seco, y recordamos cuando
descendimos la
Garganta de Escuaín
y vimos el buitre.
Visitamos los dos miradores, el de arriba (Sacos) que ofrece buenas
vistas sobre el barranco de Angonés y en el de abajo (Gratalleras) que
ofrece buenas vistas sobre el Yaga. Flipamos viendo la cantidad de
agua que salía de la B1, la boca inferior del Sistema de Escuaín, más
agua que la que bajaba por el propio cauce del río. De hecho, en breve
se secará el río y sólo tendrá el aporte de la surgencia.
Senda de acceso Garganta de Escuaín y la Fuente del
Yaga- Surgencia de la B1.
En primer término el barranco de Angonés. Escondido queda el
barranco de Consusa antes de Revilla. Foto tomada desde la senda
Colgada o Cazcarra
Oquedad por la que se pasa bajando a las fuentes del Yaga. (de
otra visita)
Se ve el aporte de la derecha, que lleva más agua que el propio
río.
Dentro de la B1 en estiaje. Por aquí sale el agua a raudales.
Remontar la cuenca del río Yaga es una actividad espectacular y
salvaje, no recomendable salvo a gente en forma y con hábito de andar
fuera de senderos. Nosotros
lo hicimos en 2016, pero volver con la senda colgada o Faja Cazcarra, no es sencillo,
sino, mirar en los comentarios la historia de una familia de alemanes
que tuvieron que llamar al 112 porque se les hizo de noche...
Después del paseo movemos la auto para ir hasta Lamiana, por donde
realizaremos la aproximación.
No conocía este camino, siempre había subido desde la granja, recorrido más corto pero con
más desnivel y muy vestido al principio. Por este otro camino,
partiendo de Laminana (se podría aparcar en el arranque de la pista,
pero el sitio es muy exiguo) el recorrido es más largo en distancia,
tan sólo hay la cuesta del principio de la pista, y luego es bastante
cómodo, y como esta primavera esta radiante, hasta bonito. De camino,
vemos que hay unas cabañas de observación de aves cuando se usa como
muladar.
La cueva se visita relativamente rápido, todo depende de lo que
queramos entretenernos. Exige mojarse los pies y puede que nos
manchemos un poco, pero no es necesario un mono de espeleo o ropa
específica. El arnés y un par de líneas de vida pueden ser útiles para
ir con seguridad, aunque no es imprescindible si no queremos hacer el
rapel de la segunda sala, en ese caso, además tendremos que llevar una
cuerda de 10-12 metros.
La entrada se sitúa en un amplio porche, en su lateral podremos ver
el pozo donde acumulaban agua para su uso como molino.
Empezamos eligiendo, a la izquierda ya nos mojamos los pies, por la
derecha nos arrastramos de rodillas sobre terreno arcilloso (al gusto,
mancharte o mojarte). Nosotros optamos por el agua. La cueva presenta ya
una bonita formación característica de cuevas pirenaicas. Tras un
pasillo tenemos que cruzar un paso bajo que si somos habilidosos
pasaremos sin mojarnos las rodillas. Llegamos enseguida a la gran sala,
de notables dimensiones, donde unos gours en el suelo nos reciben en una
preciosa sala. A la izquierda pronto vemos una cuerda con nudos y una
sirga, que es por donde volveremos. Por la derecha, hay una cuerda fija
instalada que permite subir al nivel siguiente, en seguida, observamos a
la derecha el cauce del río subterráneo y a la izquierda una cuerda con
nudos.
Si quisiéramos seguir de frente, tendremos que agacharnos para pasar a
la segunda sala, más pequeña que la anterior, pero maja, a la que
podríamos acceder desde el techo si seguimos rectos otra vez y subimos a
la izquierda por otra cuerda con nudos, (esta trepada es algo más
exigente que la primera). Si hemos traído cuerda se puede bajar haciendo
un rapel instalado. Seguir recto no merece la pena porque la cueva
se va cerrando y hay agua...
Nosotros en esta ocasión solo hicimos el primer bucle, subir por la
derecha y desviarnos en la primera cuerda de nudos, eso nos permite
pasar a la zona alta. Desde la zona alta, podemos seguir trepando con
cuidado (subir es fácil pero bajar algo más delicado) y llegar a la
base de una cuerda fija que hay instalada. se puso con una ayuda de
una pértiga por parte del
GEB de Badalona. Después regresamos por la sirga hasta la sala principal y salimos
para afuera tan contentos.
Nosotros salimos desde el Bar de Lamiana. Ya vemos la pista por
la que hay que subir.
Casetas de observación de aves.
Senda muy cómoda.
Algo escondida, a la derecha de la cascada, se intuye la
cueva. No confundir con otra cueva, más a la
izquierda, donde hay vías de escalada.
El aljibe del molino.
Porche de entrada.
Bifurcación de entrada.
Primer pasillo
Gours de la Sala principal- Seguiremos por la derecha.
Por el agujero oscuro de arriba apareceremos.
subiendo por la primera cuerda de nudos.
Desde lo alto de la sala superior. Destrepe delicado.
¡Hola Fernando! Efectivamente, es una cueva sencilla ideal para completar una jornada después de algún paseo por la zona. Es fácil orientarse por dentro...
Hola David.
ResponderEliminarNo conocía esa cueva, interesante para visitary no parece difícil el recorrido, ¿no?.
Gracias por compartir estos lugares tan majos.
¡Salud y monte!
Fer.
¡Hola Fernando! Efectivamente, es una cueva sencilla ideal para completar una jornada después de algún paseo por la zona. Es fácil orientarse por dentro...
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