Al Moncayo para empezar el año
Nacho nos propone comenzar el año siendo los primeros en subir al Moncayo en 2014, de entrada nos parece una locura, pero luego... acabamos yendo para allí, no a la hora que proponía él, pero sin dormir mucho, a las 7:30 paso a buscarlo por su casa, allí también acude el bueno de Lorenzo que también se anima a la fiesta.
Parece que estas Navidades la meteo no nos ha querido ser amable, y no estamos saliendo lo que nos gustaría. Y cuando hemos salido, no hemos tenido mucha suerte.
Lo cierto que ante una idea tan "peregrina", en un día tan señalado y con una meteo tan lamentable, lo lógico es que por allí nos viéramos a nadie. Pero... allá que nos fuimos cruzando con casi una veintena de personas tan "chifladas" como nosotros.
No teníamos información previa, y dudábamos si traer o no los esquís, al final, sólo por comodidad y ahorrar preparativos, decidimos acertadamente, venir a pie. Después he visto en otros blogs, que algunos conocidos estuvieron por aquí unos días antes.
Arrancamos desde el parking previo al Santuario, parece estar cortado el último tramo, al principio era todo hielo, pero luego no estaba tan mal, y de hecho luego vimos pasar algún todoterreno.
Vamos por el camino normal, confirmando que el tiempo no lo va a poner fácil, de hecho, antes de entrar al Circo de San Miguel, protegidos por los árboles del fuerte viento que azota sin clemencia, nos calzamos los crampones.
Poco a poco, vamos ganando altura, y nos vamos metiendo en la niebla. Nos dirigimos hacia el Cucharón, a la mitad de la pala, nos cruzamos con los primeros que bajan de la cumbre, joder!!! estos han tenido que madrugar mucho!!!, la mayoría son de Tudela, una pareja de Zaragoza. Algunos tienen su particular tradición de empezar el año en el Moncayo.
El ánimo no decae, y seguimos para arriba. La cosa se empieza a inclinar, y el hielo hace imprescindible los crampones y una dosis de talento. Lorenzo tiene problema con sus crampones, se le salen, y la situación no es para hacer bricolaje sin guantes... así que no puede continuar.
Nacho y yo miramos el reloj, y nos entran las prisas, tenemos que estar a comer en casa, y el horario se nos ha disparado mas de lo que pensábamos. Seguimos para arriba. Conforme subimos, pasamos la característica barrera rocosa, y con el cambio de pendiente, aparece mas nieve sobre el hielo, por aquí la lluvia ha sido nieve, una nieve húmeda y pegadiza, pero que no supone mayores problemas.
Seguimos inmersos en medio de la niebla, nos cruzamos con otro montañero que ya baja, y nos dice, "ya solo os quedan cinco minutos!!", pero sabemos que será alguno más.
Estamos a muy poco de hacer cumbre, pero el reloj manda, y no queremos llegar tarde, así que con cierta resignación, damos la vuelta y emprendemos un rápido descenso. Nos cruzamos con Lorenzo, que ha apañado un poco sus crampones y estaba subiendo. No opone resistencia a la retirada, y bajamos directos.
Cuando estamos llegando al bosque, vemos que aún hay mas gente que viene con intención de subir, entre ellos saludamos a Jesús Vallés.
Nos vamos a casa sin cumbre, pero bueno, ya volveremos cualquier día, al menos hemos estirado las piernas y gastado unas calorías.
Nacho nos propone comenzar el año siendo los primeros en subir al Moncayo en 2014, de entrada nos parece una locura, pero luego... acabamos yendo para allí, no a la hora que proponía él, pero sin dormir mucho, a las 7:30 paso a buscarlo por su casa, allí también acude el bueno de Lorenzo que también se anima a la fiesta.
Parece que estas Navidades la meteo no nos ha querido ser amable, y no estamos saliendo lo que nos gustaría. Y cuando hemos salido, no hemos tenido mucha suerte.
Lo cierto que ante una idea tan "peregrina", en un día tan señalado y con una meteo tan lamentable, lo lógico es que por allí nos viéramos a nadie. Pero... allá que nos fuimos cruzando con casi una veintena de personas tan "chifladas" como nosotros.
No teníamos información previa, y dudábamos si traer o no los esquís, al final, sólo por comodidad y ahorrar preparativos, decidimos acertadamente, venir a pie. Después he visto en otros blogs, que algunos conocidos estuvieron por aquí unos días antes.
Arrancamos desde el parking previo al Santuario, parece estar cortado el último tramo, al principio era todo hielo, pero luego no estaba tan mal, y de hecho luego vimos pasar algún todoterreno.
Arrancamos desde el parking previo al Santuario. |
Vamos por el camino normal, confirmando que el tiempo no lo va a poner fácil, de hecho, antes de entrar al Circo de San Miguel, protegidos por los árboles del fuerte viento que azota sin clemencia, nos calzamos los crampones.
Nieve en todo el recorrido. |
Cuando entramos al Circo de San Miguel, el aire nos azota sin piedad, sabemos que es uno de los puntos donde mas castiga, así que es cuestión de agachar la cabeza, sufrir un poco, y quemar esos turrones de la noche anterior...
El aire nos azota sin piedad. |
Poco a poco, vamos ganando altura, y nos vamos metiendo en la niebla. Nos dirigimos hacia el Cucharón, a la mitad de la pala, nos cruzamos con los primeros que bajan de la cumbre, joder!!! estos han tenido que madrugar mucho!!!, la mayoría son de Tudela, una pareja de Zaragoza. Algunos tienen su particular tradición de empezar el año en el Moncayo.
Los primeros ya bajan de la cumbre. |
Lorenzo tiene problema con sus crampones, por abajo desciende el grupo de cumbre. |
Nacho y yo miramos el reloj, y nos entran las prisas, tenemos que estar a comer en casa, y el horario se nos ha disparado mas de lo que pensábamos. Seguimos para arriba. Conforme subimos, pasamos la característica barrera rocosa, y con el cambio de pendiente, aparece mas nieve sobre el hielo, por aquí la lluvia ha sido nieve, una nieve húmeda y pegadiza, pero que no supone mayores problemas.
Seguimos inmersos en medio de la niebla, nos cruzamos con otro montañero que ya baja, y nos dice, "ya solo os quedan cinco minutos!!", pero sabemos que será alguno más.
Estamos a muy poco de hacer cumbre, pero el reloj manda, y no queremos llegar tarde, así que con cierta resignación, damos la vuelta y emprendemos un rápido descenso. Nos cruzamos con Lorenzo, que ha apañado un poco sus crampones y estaba subiendo. No opone resistencia a la retirada, y bajamos directos.
El reloj manda, y toca retirada. |
Alcanzamos a Lorenzo que sube y para abajo. |
Cuando estamos llegando al bosque, vemos que aún hay mas gente que viene con intención de subir, entre ellos saludamos a Jesús Vallés.
Nos vamos a casa sin cumbre, pero bueno, ya volveremos cualquier día, al menos hemos estirado las piernas y gastado unas calorías.
Si tengo tiempo, un día me gustaría hacer una entrada del Moncayo con esquís, que tengo fotos chulas de hace unos años, que lo pillamos en condiciones y disfrutamos de lo lindo...
Muy bueno el blog. Muy aventurero.
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