Intento al Perdido por Góriz.

Lunes 8 y 9 de julio de 2024

Intento al Perdido por Góriz.

El primo Alberto me lleva pidiendo que le lleve al Perdido toda la primavera. Ya lo intentamos hace 12 años también sin éxito, pero entonces la meteo no dio opción. En esta ocasión tuvimos que aplazar la fecha varias veces por la meteo. Yo quería subir antes de que estuviera abierto el refugio de Góriz para evitar la masificación, y, en ese sentido fue un acierto. El tiempo acompañó, pero aunque Alberto se había preparado físicamente, le falta hábito de montaña, y en los pasos expuestos no se ve bien, va atenazado y desciende lento. Al final tuvimos que renunciar a cumbre en la Escupidera y dejarlo para otra ocasión.

El lago Helado haciendo honor a su nombre en julio, hacía años que no lo veía así.

Salimos de la pradera en el autobús, subimos con calma entrando a las cascadas y varios miradores, llegando a la Cola de Caballo en 2h35'. Subimos por las clavijas, lo que a Alberto ya le supuso un reto, la verticalidad le impone, le ayudo con la mochila y seguimos para Góriz., a donde llegamos tras 4h20' paradas incluidas.

Les queda mucho tiempo hasta que se terminen las obras.

Tomamos un descanso, comemos y bebemos algo y continuamos para arriba. 

Me sorprende positivamente como se ha regenerado el sendero hacia Monte Perdido. Las trazas desde la salida del refugio eran numerosas y muy evidentes. Ahora mismo hay una única y no muy evidente, la hierba ha recuperado terreno de forma sorprendente, se nota que ha llovido este final de primavera y que ha habido mucha menos gente.

Pasamos el desvío de las Escaleras (inicialmente pensaba subir por aquí, pero no es el camino adecuado para el compañero), superamos el Paso del Viento, el caos de Piedras y alcanzamos la Faja Roya. La tarde es agradecida y acompaña a seguir subiendo. Seguimos un tramo por nieve y superamos la zona Blanca, Aprovechando que hay nieve, hacemos unas prácticas con los crampones para que Alberto se familiarice con el tema. 

Aprovechamos la zona con nieve para practicar con los crampones.

Cuando alcanzamos el lago helado, nos agrada ver su estado, por fin hace honor a su nombre en un mes de julio, es todo nieve. El camino a la Escupidera está limpio, se sube todo por roca, y solo una vez en la misma Escupidera se pisa nieve, y hielo apenas 30 metros. Alberto ya tiene ciertas dificultades en la trepadilla previa y preveo más complicado bajar por allí. Vista la situación, preveo que vamos a llegar muy tarde y renunciamos a cumbre.

Por arriba se cierra a ratos.

Cuando bajamos se despeja.

Bajamos, el descenso es lento. Cada resalte nos lleva su tiempo, y para más inri, las rozaduras martirizan al pobre Alberto, agotamos las existencias de Compeed y aún así, le supone una auténtica tortura y un buen ejercicio de paciencia para mí, ya que bajar de Góriz a la pradera nos llevó más de 5 horas.

Bajamos por las zetas para evitas las cadenas.

Los pies del primo acabaron muy deteriorados, de más hizo que llego hasta la Pradera.