Mallo Gran y Atardecer en el Portillo de Tella por el Sur.
Llegan los Pilares, y me escapo a Pirineos. Por delante dos días para improvisar con pequeñas actividades, antes de abordar un vivac interesante los dos días siguientes. En ocasiones el objetivo de una salida es una excusa para disfrutar de agradables momentos y da pie a que surjan nuevos objetivos, como ocurrió en esta ocasión, salidas pequeñas pero muy agradecidas como ésta.
Subo con calma sin madrugar, como en Aínsa, y en el último momento me decanto por llegar hasta Tella, Antes de llegar al pueblo, junto al parking del dolmen, cojo una pista a mano izquierda en descenso. La continuo durante dos kilómetros hasta la barrera (Buen estado). Aparco y me preparo.
Hacia muchos años que no andaba por aquí, igual más de 20 que no subía al Portillo de Tella por el Sur, pero me parece como si fuera la primera vez..
Atardecer de los que hacen afición.
Arranco a andar a las 4 de la tarde. No sigo la pista, si no, un algo desdibujado sendero, que permite acortar el recorrido. Dada la época, esta salpicada de rebollones y otras muchas especies de hongos. Tras un inicio suave, empieza a ganar desnivel y corto con la pista en una pronunciada curva, donde los lugareños, entran al bosque a coger setas. Sigo entonces por la pista, aunque alternando, a ratos voy por la pista, a ratos la atajo por el sendero para pasar junto a los refugios. Paso junto a una pequeña cabaña y después busco sin éxito el refugio de Bucharbalo (creo que sólo aparece en los mapas). Sin senda, por no retroceder, me cuesta conectar con la pista. Una vez en ella, la acorto también de forma directa hasta el altiplano previo al collado. A la derecha, en descenso, quedan las edificaciones del refugio de La Plana, que visitaré en el descenso Desde el último tramo de la pista, que se va a la izquierda por la Estiveta hasta debajo de la Pala de Montinier, tiro recto hacia el mismo collado sin un sendero claro, pero por terreno evidente y sin dificultad hasta el collado, que alcanzo tras 2 horas de paseo. Buenas vistas, edelweiss abundantes ya algo pasados. Tras un trago, prosigo hasta el cercano Mallo Gran o Punta Buixaruelo. Aunque no era este el pico que ha motivado mi visita, si no otra elevación que también recibe ese nombre, a la altura de las Puntas Verdes, y a la que tratamos de llegar en otra ocasión desde Foratarruego (otra entrada que tengo pendiente de escribir en el blog del otoño pasado).
Sin aire, y con nubes y nieblas cambiantes, apunta a que será un gran atardecer, y que merece la pena disfrutar, a costa de descender de noche, pero con la pista tengo la vuelta asegurada, y merecerá la pena pasar algo de frío y disfrutar de un pedazo de atardecer, de los que hacen afición.
Mini vídeo resumen de la excursión vespertina con unos instantes de timelapsed con la niebla subiendo.
Aparco junto a la barrera y subo por la senda.
Si me pongo a recoger...
Lugar idílico y tranquilo..
La senda se ve que no está muy transitada..
Pero no te pierdes..
Vistas hacia Punta Llerga.
en la curva el sendero sale a la pista.
Alterno ratos de pista..
Los Quitameriendas anuncian que el día acorta..
Con el objetivo a la vista.
Salgo del camino para visitar las cabañas.
Restos de incendio por donde debería estar el refugio que sólo aparece en los mapas.
Impresionantes menhires que marcan el camino...
De nuevo acorto la pista y subo directo.
No voy al Refugio de la Plana, lo dejo para la bajada
Edelweiss abundantes pero ya pasados.
Merecida pausa en el collado.
Bonito karst por encima del collado.
Subo hasta el montículo de Mallo Gran.
El Portillo desde el Mallo Gran.
Vistazo hacia el Norte, embalse del Cinca
Refugio de Montinier, al día siguiente estaré por allí.
Me llama la atención una diagonal que se aprecia que va a Cueva Negra, los sarrios?
Posets ligeramente blanqueado.
He apostado por quedarme a ver atardecer desde arriba.
el descenso será entre niebla primero y de noche después...
A ratos se hacía fácil seguir el camino, otros no tanto...
En el descenso me acerco a ver el refugio de la Plana. Es privado y está todo cerrado. Después vuelvo a subir a la pista, y ya por debajo de la niebla, continuo con el frontal por la pista, haciendo un recorrido más largo, hasta llegar al coche.
Me acerco a ver los edificios de La Plana. Cerrados.
Por debajo de la niebla, tras una larga exposición, (la realidad era mucho más oscura) se intuyen los pueblos valle abajo.
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