En
diciembre del año pasado descubrimos esta pequeña pero coqueta
cavidad, nos gustó mucho y quedamos en volver en otoño, ya que, sólo la
aproximación, es una excursión que merece la pena. En esta ocasión, que
llevaba una semana lloviendo con ganas, y que incluso chispeaba de camino,
pensábamos encontrar los gours finales con agua, pero para nuestra
sorpresa, los encontramos con mucha menos agua, incluso las dos primeras
balsas estaban completamente secas.
Fuimos Luis, Julián y yo reincidentes, y a última hora se apuntan también
Rodrigo y Ana.
Repetimos aproximación desde el embalse de Mansilla, pero en esta ocasión
avanzamos unos 500 metros por la pista hasta un parking pasados unos
arbustos protegidos.
Ya nada más empezar a andar nos sorprende ver que el arroyo baja seco, la
otra vez iba crecido y saltaba por encima de la pista. Efectivamente,
aunque igual vamos una semana o dos tarde, con los colores del otoño la
excursión gana muchos enteros y es una delicia de paseo. Cruzar el río es
menos problemático dado su menor nivel, pero aún albergábamos la esperanza
de encontrar bastante agua en la cueva. Con el track y la experiencia de
la visita anterior, no tuvimos problemas para localizar la entrada, y eso
que esta vez subimos unos metros antes de hacerlo por el mejor camino.
Me dejé el foco de grabar vídeo y en esta ocasión las imágenes del interior de la cueva son menos claras...
Punto de partida y localización de la cueva. Extraído del blog de
Izarraitz.
También se
puede ir desde Canales de la Sierra, pero es un poco más largo (3,4km vs 3km) y hay una subida más larga y
hay que remontar a la vuelta.
De camino el viaje estaba bonito.
Para comparar en diciembre de 2023 bajaba agua por la pista.
La excursión merece la pena y eso que llegamos tarde al otoño.
Nos preparamos para entrar y antes de ir al fondo, pasada la Columna del
Fanfarrón, bajamos a mirar la chimenea descendente que lleva a la galería
inversa que tiene dos conductos, en el primero miro yo y no veo
continuidad, en el segundo, el principal entra Luis, baja unos bloques y
ve que se estrecha, no lo ve claro y le invitamos a salir. Sin embargo,
unos días después, encuentro la topo en el Club Viana que actualizaron
precisamente en otoño del año pasado, y resulta que si que tiene
continuidad y debe ser interesante baja re ir hasta el final. Lo dejamos
apuntado para la siguiente visita.
Avanzamos, unos por la izquierda por encima de la Plataforma y otros por
la derecha sin subir, luego por el medio, descendemos una pequeña ladera
que la otra vez estaba resbaladiza, pero hoy seca y con los escalones
medio tallados no ofrece serios problemas. Vamos por la derecha, sin subir
al Puente, vemos un pequeño sumidero por el que desaparece el agua y
remontamos una pequeña subida que después de su posterior bajada nos deja
en una gran sala donde esta el Chorrito, por el que sale agua pero con
menos fuerza que la otra vez. Un trago y seguimos para adelante. Tan
decididos vamos que no vemos el ramal de la izquierda que lleva al
Conejato. Continuamos cómodamente hasta llegar a los dos grandes gours o
pozas que están completamente secos, que decepción... (tanta, que tampoco
vemos el ramal ascendente que lleva a la Sacristía, claro que tampoco
sabíamos de su existencia hasta ver la topo actualizada).
Columna del Fanfarrón
Bajamos hacia la Galería Inversa pero no seguimos...
Pasado el Puente, llegamos al Chorrito.
Sala del Chorrito.
Comparación en diciembre 2023.
Nos sorprende encontrar las balsas secas.
Así estaban el año anterior diciembre 2023
Gana enteros la visita con agua abundante.
Llegamos al Humilladero, el paso clave para ver el final de la cavidad, a
pesar de que el nivel de agua es inferior, nos toca descalzarnos y
quitarnos los pantalones. Esta vez es menos complicado pasar sin mojarnos
el pecho. Los gours tienen agua pero a menor nivel, y el final está
igualmente bonito.
Disfrutada la visita, vamos saliendo con calma y satisfechos nos vamos
para casa, pero en esta ocasión, en lugar d eir por la ruta de ida (por
Quintanar de la Sierra, Neila, Villavelayo) decidimos probar volver
pasando por las Viniegras, el puerto de Montenegro de Cameros, cuyo hayedo
estaba espectacular y terminamos por el Puerto de Santa Inés a Vinues y
Soria.
Nos ha gustado mucho y volveremos, esta cueva es sencilla y muy
agradecida, de las que crean afición.
Hay agua pero no rebosa...
Julián prueba con botas y mono, pero ve que no es factible sin
mojarse.
Regresamos por el siempre incómodo tramo de tumbarse ...
De regreso, decidimos volver por las Viniegras y Montenegro de Cameros,
pasando por los dos puertos pero disfrutando de los hayedos.
Después de la visita descubrí una información más detallada y actualizada
de la cavidad en la web del
Club Viana de Guadalajara.
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