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sábado, 29 de diciembre de 2018

Solsticio de invierno en Sarradets.

Sábado 22 y 23 de diciembre de 2018

Solsticio de invierno en Sarradets. Subida desde Bujaruelo con esquís hasta la Brecha de Rolando.


En vista de que no tiene ganas de nevar, pero nosotros tenemos mucho mono, y sabedores de que no habrá grandes condiciones, no nos importa realizar una excursión invernal con esquís.

No salimos con grandes pretensiones, tan solo disfrutar del monte y del atardecer con luna llena. La idea era visitar una de las cuevas de hielo, pero finalmente no pudimos llegar. Comprobamos que el monte está incómodo. Nieve profunda para andar y escasa para esquiar. Igual con estos calores la nieve transforma, se endurece y está bueno para andar. Para lo que sí hay buenas condiciones es para escalar. La cara Oeste del Taillón estaba lleno de cordadas por todas sus vías. Las cascadas en condiciones y los resaltes algo secos, justos pero con buen hielo, según nos comentaron las cordadas con las que nos cruzamos.

Quedo con Beto con idea de probar a ver cómo están las condiciones, y disfrutar de hacer fotos como hicimos en 2015


Subimos a disfrutar momentos como éste...

Arriesgamos a llevar esquís, al final, el balance fue favorable, y eso que el monte no está para esquís, pero al norte, a pata, tampoco (salvo que haya huella), y si no, que se lo digan a la pareja de vascos que intentaron ir al Taillon a pata, abriendo huella desde el Collado de Bujaruelo, llegaron fundidos a la Brecha. 

Arrancamos del Mesón de Bujaruelo, con mochila pesada, ya que llevamos arnés, cuerda, equipo de vivac, esquís y botas a la chepa. Nos lo tomamos con calma. Estamos de suerte, la nieve aparece con continuidad al cruzar las barranqueras pedregosas, y tras 50' de porteo, nos calzamos esquís. Seguimos la huella, y subimos más de lo normal para evitar descalzarnos, superamos la cabaña de Eléctricas más altos de lo normal. pero luego tenemos que descalzarnos unos metros para bajar al fondo del valle porque no hay nieve suficiente. Tras un trago, seguimos para arriba, con nieve escasa pero suficiente y continua hasta el Puerto de Bujaruelo, al que llegamos tras 2h30'. 



Salimos bien cargados con las botas a la espalda.

Nos ponemos los esquís antes de lo previsto...

Dejamos las zapatillas en la pedrera.

Nos descalzamos unos metros para bajar al valle.



Allí comenzamos la siempre tediosa diagonal por debajo del Taillón. La Oeste se ve en buenas condiciones, hay unas cuantas cordadas, la norte está algo justa, aunque igual no tanto..




Norte del Taillón.

La tediosa diagonal...



Enfilamos la subida por el barranco de Sarradets, donde me dí la vuelta la primavera pasada, poco después nos cruzamos con los compañeros de Jorge que bajan esquiando al renunciar a cumbre. Alcanzamos el refugio, ya con una ración de cansancio mayor de lo previsto. 4h30' desde el coche.


Nos cruzamos con los compañeros de Jorge que ya vuelven...


Asomamos al refugio...


Las obras aún sin terminar...

Allí nos cruzamos con Jorge, que baja con Javi Yera del Taillón, se han pegado una buena soba abriendo huella, y el horario se les ha alargado más de lo previsto. Nos felicitamos las fiestas y salen para abajo disparados.



Hasta la vista malabaristas!


Jorge y Javi remontando la expuesta llegada al collado.

Nosotros queríamos seguir para dormir en el vivac que usé en la primavera de 2017, al sur, pero no contábamos que los franceses han dejado unas habitaciones para pasar la noche a modo de refugio de invierno, (pensábamos que no había ninguna parte abierta, casi igual que cuando se hizo el refugio de Llauset, Prames marcando su estilo).

El caso es que es tarde para llegar a ver el atardecer, no tenemos claro cómo estará el Paso de los Sarrios, (que estaba mal como comprobaríamos al día siguiente) y sucumbimos a las comodidades. 

Caeremos en la tentación..

No sé como terminará, pero hoy parece una caja fuerte...



Dejamos el peso en el refugio, y subimos a ver el sol, la luna y disfrutar del atardecer desde la Brecha. Con la huella hecha, y sin peso, a pesar de estar cansados, subimos en 50' y agradecemos el sol después de estar todo el día a la sombra.
Las nubes juegan en la frontera...

Mira que si asomamos y no vemos nada...

La cosa promete...


Los últimos metros a pie para asomar...




Ha costado llegar hasta aquí, pero estos breves momentos son maravillosos, disfrutamos del atardecer, y cuando estamos pensando en bajar, el mar de nubes al norte y de repente aparece una espléndida luna llena que nos hace estremecernos... que lujo...



No sabemos a dónde disparar, norte y sur, todo belleza...


Y aparece esa espectacular luna llena del solsticio de invierno...

Momentos felices...

Aún nos queda bajar, pensábamos que la nieve sería mala, pero sin peso, aún guarda algo de polvo y bajamos mucho mejor de lo previsto, incluso disfrutamos... bajar a la luz de la luna no tiene precio...




Nos da pena empezar a bajar...

Dilema, seguir disfrutando o bajar de noche...


Bajamos a la luz de los frontales y la luna, mejor de lo previsto...





Compartimos refugio con una pareja que han subido a la vez que nosotros a pata. Toca fundir nieve y cenar. Después, salgo durante la noche a hacer algunas fotos al mar de nubes y a la niebla...


Toca fundir nieve..
Noche de lujo...


Con 8 segundos de exposición...

Momentos de placer...

Tras la noche calentita, nos lo tomamos con calma y no madrugamos. Luego nos penará. Subimos con idea de llegar a la cueva de hielo, pero las cosas no saldrán como esperamos.

Subimos de nuevo a la Brecha, nos despedimos de nuestros compañeros que van al Taillón con idea de bajar por el glaciar de Gabietos. Desayunamos al sol con calma. Después, empiezan nuestras dudas, si seguir por la pared por el Paso de los Sarrios, o bajar sin pieles al fondo del valle y foquear desde abajo que igual hubiera sido la mejor opción.
Primeras luces sobre el glaciar del Vignemale.


Vamos para arriba de nuevo.


Nuestros compañeros suben a pata...


Las nieblas y el Moncayo al fondo.




Optamos por el Paso de los Sarrios, opción equivocada. La nieve, al principio, esta muy dura al sur, derrapando llegamos hasta el paso. Desenterramos el primer tramo de la cadena, pero luego es imposible seguir sacándola. Nos ponemos crampones, y empezamos a pelear el paso, tan pronto nos hundimos como tocamos piedra o hielo muy duro. Avanzamos unos metros, pero llega un momento que el hielo no ofrece la seguridad necesaria para pasar con un piolet ligero... que rabia, apenas nos faltan 30 metros. No hay necesidad de exponer más de la cuenta, retrocedemos, y probamos un poco más abajo, con el resultado similar, salvo seguir perdiendo tiempo. 

Nieve dura para trazar la diagonal...

Cambia la nieve y las condiciones..

Con crampones nos ponemos a la faena.



Destapamos la cadena...pero fue un espejismo, no pudimos seguir sacándola...

Lo probaos por debajo, pero también muy expuesto...

Finalmente optamos por bajar a pata por una nieve costra odiosa al fondo. Luego ya con esquís, salimos al final del valle, ponemos focas y empezamos a subir hacia el collado de Sarrios. Pero no hay casi nieve, por allí no podremos bajar esquiando y tendríamos que volver por el mismo sitio que acabamos de descartar (el paso de los Sarrios). Miramos el reloj, y decidimos abortar, si seguimos, y visitamos la cueva en condiciones, volveremos de noche y no nos apetece. 


El Taillon luce muy justo de nieve..


Aunque empezamos a subir, la nieve tan justa vemos que no tiene sentido seguir subiendo..

Bajamos al fondo del valle con focas y empezamos el retorno..
Vemos cruzar un helicóptero francés por la brecha.



Retornamos y vamos abriendo huella más al oeste para volver a la Brecha. Después el descenso, ya no es tan bueno como el de la noche anterior, la temperatura ha subido y se ha transformado un poco. 


Nuestro recorrido final...







El mejor tramo para esquiar de todo el descenso 


En el refugio, recogemos y bajamos valle abajo, en algo que es más un trámite que placer. Damos gracias de no caernos con el peso que llevamos. La horizontal la salvamos finalmente con focas el tramo final. y luego bajamos hacia Bujaruelo, donde lo mejor es volver a calzarnos las zapatillas para llegar al coche.









La tediosa horizontal...



Llegando al Puerto de Bujaruelo.

Nieve difícil para bajar por el valle...


Apuramos hasta las zapatillas con esquís...


Nos vamos para casa satisfechos, felices de lo vivido, pero tristes porque tardaremos en volver a ponernos los esquís...