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viernes, 27 de agosto de 2021

Cueva del Río de Aylagas

25 de agosto de 2021       

Cueva del Río de Aylagas.

A finales de agosto, seguimos con nuestro propósito de conocer las principales cavidades sorianas. La cueva del Río de Aylagas es una pequeña, pero mas que interesante cavidad, que reúne dos puntos fuertes, su espectacular torca de entrada y la sala Chula, cuya localización no es sencilla.

Espectacular torca de entrada de la Cueva del Río de Aylagas.


De nuevo quedo por Sito para ir a conocer otra de las que tenemos pendientes. Nos desplazamos hasta la pequeña localidad de Aylagas. Una vez en el pueblo, pasamos por el pueblo. Me llama la atención una casa que tiene una pequeña cúpula para observaciones astronómicas seguro que es un buen sitio para la observación del cielo nocturno. 

Cogemos una pista que sale hacia el Noroeste, (la pista que va al Norte, lleva a la embarrada Sima de las Majadas, (que tenemos pendiente, aunque con tanto barro y poco oxígeno, no tienta demasiado)). Se trata de una pista en buenas condiciones, tras una ligera bajada, comenzamos a subir,  seguimos siempre por terreno evidente, por la pista principal, aunque hay pequeños desvíos que despreciamos. Ya en medio del bosque, y tras 1,5km aprox, llegamos a un cruce, donde una pista desciende a la izquierda de forma pronunciada. Hay que bajar por esa pista. El firme no esta mal, pero tras lluvias puede ser delicado subir. Se puede dejar el coche en el desvío y bajar andando, apenas 400 metros nos separan. Si se baja en coche, al principio es una pista ancha, pero luego de un cambio de pendiente, se estrecha e inclina. Aunque podemos llegar en coche hasta la misma boca de entrada, (delimitada por una valla para evitar caídas de animales), no es sencillo dar la vuelta por la estrechez y la pendiente. Probablemente nos tocará bajar casi hasta el río. Casi mejor dejar el coche arriba.



Croquis acceso.


El acceso a la torca es visible desde la pista. La valla, de enrejado de encofrados, es fácilmente localizable. Delante nuestro un espectacular agujero, de casi 10 metros de diámetro. Un rampa descendente, y luego un tubo vertical de 8 metros que termina en un cono de derrubios.

Montamos en dos grandes pinos la cabecera de acceso, y luego en la vertical, hacemos un fraccionamiento. A pesar de haber tres spits, dos están inoperativos por estar tapados de barro. Habría que mejorar la instalación. de acceso. Una vez en la base del pozo de entrada, nos quitamos el material e iniciamos la visita.

Topo de la Cueva del río de Aylagas.



La torca de entrada es muy guapa y justifica el paseo.


Montamos en los dos pinos. Se aprecia el vallado.

Hay dos spit que no estan operativos.


Rapel de 8 metros verticales y luego un poco más de rampa.

El agujero desde abajo.

La cueva presenta una alineación Sur-Norte. Hacia el Sur, en el sentido de la pista por la que hemos venido, tras bajar a un tramo completamente plano e iluminado por la luz que entra de la torca de entrada, se inicia un ramal ascendente de techo alto, por el que si subimos, atravesamos un tramo más estrecho, salvamos un pequeño pozo, y remontamos una fuerte pendiente, con tramos arcillosos, llegando a unos nichos que tampoco guardan mayor interés. 


Empezamos por el ramal Sur,.

Bajamos a la planicie inferior y flipamos con las dimensiones.


Un vistazo atrás al tubo de acceso.


Comenzamos a subir por el final de la galería, más estrecho.



Pasamos por encima de un pequeño pozo .

Desde lo alto de la trepada, aun se ve la galería de acceso.

La parte final de la subida se hace por terreno arcilloso y resbaladizo.


Desde los nichos finales, comenzamos el descenso.

Bajamos con cuidado observando el entorno.




De vuelta bajo el "corazón" de la entrada.


Bajamos a la entrada, y pasamos entre unos grandes bloques de piedra, para entrar a la galería Norte. Accedemos a una amplia sala con bloques pequeños que nos permiten ir descendiendo. A nuestra derecha, existen varios pasillos de pequeñas dimensiones, donde ya empezamos a contemplar formaciones y espeleotemas interesantes. En uno de ellos, no muy evidente, se encuentra la sala Chula. No damos a la primera con ella, y nos lleva un rato de mirar gateras y bifurcaciones. Un consejo es buscar un laminador de techo bajo, en cuyo lecho hay un pequeño charco-lago, con agua, que al final del mismo, mirando hacia arriba encontraremos el acceso a la sala Chula. Dicho acceso se abrió mediante micro expansivos, son evidentes los taladros de colocación de los explosivos. Aun así, el acceso no es ni cómodo ni amplio, yo tuve problemas para entrar, pero soy una persona de grandes dimensiones, Sito se escurrió sin problemas. Yo lo logré al segundo intento. 



Cruzamos los grandes bloques y entramos al ramal norte, vistazo atrás.


No entiendo muy bien la tradición de ir dejando Belenes por todos los sitios.


Empezamos a encontrar espeleotemas interesantes.


Nos costó dar con la sala Chula.


Este charco-"lago" es la clave para buscar el acceso.


Siguiendo este laminador, llegamos al charco. Venimos del fondo de la foto.

Ese agujero en el techo es el paso de acceso.

Sito desde dentro de la sala Chula.

La entrada me la tuve que pelear. No es muy amplia.



El interior merece el nombre y el esfuerzo de localizar y entrar a la sala. Se nota poco deteriorado, aunque es un entorno muy frágil y delicado.














La sala no es muy grande, pero formaciones por todos los lados.





Hay rincones realmente bellos.





Tras las fotos, salimos y nos vamos al ramal Norte principal, que continuamos en descenso hacia la izquierda, y accedemos a la Sala del Esperanto, en cuyas paredes vemos elementos flotantes, que evidencian que es una zona inundable y que se suele colmatar. Probablemente, su función como colector, justifica lo embarrado de esa zona. Podemos continuar, rectos hay una pequeña gatera, llena de barro que no conduce a nada interesante. A la derecha, se abre un meandro estrecho y alto. Presenta un suelo de cantos rodados, una altura notable y se va estrechando. Aunque nada más girar, hay una flecha roja indicando la subida, ese punto es algo expuesto sin cuerda, es mejor seguir hacia la zona estrecha y subir después, accediendo a la Galería del Pensamiento. Yo me quedo haciendo fotos y Sito continua hasta la sala de los Zuecos Gigantes, también con gran cantidad de barro.

Volvemos al ramal norte principal, casi junto a la entrada.


Bajamos hacia la zona inundable.


Suelo embarrado.

En la base del colector, Sala del Esperanto.


Vamos rectos al final del ramal, por una gatera embarrada.
No merece la pena salvo que quieras mancharte...


Entramos al meando de la derecha. Flecha marcada de subida.

Subir por aquí es en muy expuesto, mejor al final del meandro.


Por el fondo del meandro se ven guijarros de cuando corra agua.

Subir por aquí es más fácil y seguro.

Sito ya por arriba, después de subir por el fondo del meandro 



Hacia la Galería del Pensamiento


Al final del ramal, punto 8 del croquis.


De vuelta por la zona inundable, sala del Esperanto. 


De vuelta, antes de salir, aún nos entretenemos mirando un ramal ascendente antes de entrar a los bloques de salida (volviendo a nuestra izquierda). Empezamos a subir por terreno resbaladizo y arcilloso.  Sito aún escalará por terreno delicado a mirar una posible galería que no merece la pena y muy delicado para bajar por la fragilidad de la tierra y por terreno resbaladizo.


Antes de salir rectos, miramos el ramal izquierdo.



Empezamos a subir...



Sito apura una escalada sobre barro vertical...

Muy delicado para bajar.

Yo en ves de subir, me entretengo con las formaciones.

Mires por donde mires hay cosas curiosas...

Salimos para arriba.



Dedicamos casi 5 horas de coche a coche para visitar con calma la cavidad. Se puede ver en la mitad de tiempo, pero hemos venido a disfrutar sin prisa... Es una cueva que merece la pena, de las que no importará repetir dentro de un tiempo.






Un vídeo resumen de nuestra visita a la Cueva del Río de Aylagas...



Tras comer y reponer fuerzas con el bocata, nos vamos a rematar la tarde escalando un poco a Avioncillo de Calatañazor, que no pilla lejos y me viene genial para retomar contacto con la escalada, que en los últimos 5 años, sólo me he puesto los gatos en dos ocasiones... Tras unos cuantos quintos y petarme en un 6a+, nos vamos tan contentos para casa.





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