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domingo, 12 de junio de 2022

Cueva del Asno: Galerías del Perro y del Museo.

Sábado 11 de junio de 2022

Cueva del Asno: Galerías del Perro y del Museo.


Aprovechamos la mañana del sábado con otra visita al Asno. Y es que la Cueva del Asno es un filón que tenemos al lado de casa, en Los Rábanos (Soria), ofreciendo muchas zonas bonitas que vamos a ir visitando de poco en poco, para no "empacharnos" y disfrutarla. Aunque es mi 4ª visita, aún tengo muchas zonas por descubrir. Esta cueva tiene gran importancia tanto espeleológica como arqueológica. No en vano estuvo habitada  por el hombre desde la edad del Bronce, y hay estudios interesantes realizados, y algunos por hacer...

Gran estructura de la Sima del Perro


De nuevo vamos con la barca de Luis, David, Diego y servidor, que en esta ocasión, hasta me llevo el drone, para grabar nuestro paseo en barca. 

Vamos con la barca, además de por lo entretenido que es, para evitar multas por subir en coche por la pista privada de Sinovas. Recientemente unos compañeros recibieron la sanción de 100€ (50€ pronto pago). Amarramos el bote, y subimos la ladera, nos vestimos y para adentro.






El plan para hoy es visitar la zona de El Museo, pero antes iremos a la zona chula de la Galería del Perro, a la que sólo me había asomado.

Tras la arrastrada inicial, recorremos el siempre bonito "Paseo de las Hormigas", y aunque queremos ir al Perro, Luis nos quiere llevar por el paso super estrecho, por lo que dejamos inicialmente el ramal descendente, y pasamos por pasaje lateral colgado de la izquierda. Pasado éste, seguimos el otro tramo de reptar y al poco, damos con el pequeño hueco, a la derecha en la zona de techo bajo todavía,  que permite la conexión con la Galería del Perro. 


Paseo de las Hormigas

Pasaje lateral, a la altura la sima del Perro.

Paso super estrecho que los Davices no pasamos.


Luis y Diego pasan sin problemas, pero David y yo, que medimos 1,90 y rondamos los 100kgs, no podemos pasar, así que retrocedemos por donde hemos venido, y ahora sí bajamos por el ramal descendente. Veo la instalación y da un poco de "yuyu". Un clavo artesano, bien metido pero el ojal tiene la soldadura al punto de caramelo, y de ese ojal, se ata la manguera ancha que hace de cuerda de ayuda. Clavo y manguera están bien, pero la anilla del clavo, buff, igual hay que venir un día y poner algo.

Bajada sima del Perro


Clavo viejo con la arandela delicada...

Bajada del Perro




Ayudado por la cuerda, bajamos el resalte final que exige un poco de fuerza de brazos. Una vez abajo, se abre un nuevo piso horizontal con varias ramificaciones. Primero exploramos el ramal oeste , hacia la entrada, hay varias formaciones, de vuelta, buscamos y subimos a un piso superior, desde el que hay cosas curiosas, Diego incluso se mete por una gatera con bonitas formaciones.


Ramal Oeste





Al ver la pintanda, se nos ocurre subir a la parte alta.



Diego se mete por un conducto y tiene sus recompensas.








Después seguimos hacia el Este, y tras superar un fácil resalte, entramos a la sala bonita de la Sima de Perro, más amplia y con bonitas columnas, y por la que trepando por una cuerda, se conecta con la gatera super estrecha por donde han entrado nuestros compañeros. Tras disfrutar de esta coqueta sala (del todo recomendable), volvemos por nuestros pasos y subimos por la manguera a la galería principal.



En la sala amplia del Perro.


Centro sima del Perro



Continuando por el fondo se sale a la galería principal por el paso super estrecho, pero retrocedemos.

Luis volviendo a subir del Perro al piso superior.

Con técnica, no hay que hacer mucha fuerza.







Avanzamos de nuevo por la galería principal, y llegamos al Confensionario, una ramal que se abre a mano izquierda. Allí se abre una galería desfondada. Luis se supone que ya ha estado pero no lo recuerda con exactitud, no sabemos qué es mejor, si instalar un pasamanos a nivel para cruzar la galería desfondada o bajar al pozo, a pesar de la cantidad de guano que hay. 

Como no sabemos, empiezo por la opción que a priori parece más cómoda, aunque laboriosa, instalando el pasamanos. Está claro que no se usa mucho, y no todos los spits roscan a la primera, me toca limpiar muchos casquillos de barro. Cuando llevo medio recorrido, de repente, tras pasar un anclaje natural, veo que no hay continuidad y que ya no hay más spits... (hablé unos días más tarde y me dijeron que se pusieron a hacerlo en un cursillo y se cansaron, con lo que no es que no viera más anclajes, es que la cosa se quedó a medio instalar...

Tras un tiempo dedicado al tema, me toca desinstalar, retroceder e instalar el pozo vertical, que aún tiene tres fraccionamientos.  Voy limpiando la pared de guano conforme paso y me van siguiendo mis compañeros.  Al llegar abajo, (hay un casquillo que no logro roscar y no pude montar el último fraccionamiento), hay que escalar por una chimenea, cuya subida no es complicada, pero sí laboriosa, de las que voy ganando centímetro a centímetro, y sobre todo, de nuevo, me toca limpiar de guano, me puse fino. Ganar los 10 metros, me llevó unos 10 minutos. Llegando arriba, veo que hay un agujero por el que pasar, un último esfuerzo, y del que baja una cuerdecilla (cordón de bota), pero que es más ayuda moral que otra cosa.  A mis compañeros, les pongo una cuerda de verdad para que suban cómodamente. 

Una vez superada la escalada y su agujero final, salimos a una galería de techo bajo, pero bastante limpia, que al poco abre un ramal a la izquierda con dos pozos, pero el ramal principal es evidente y sigue recto. Al poco empieza un techo de frágiles macarrones blancos, que son un anticipo de lo que viene, un montón de formaciones en una zona que se nota muy poco frecuentada. La visitamos con cuidado (es una zona muy frágil) y disfrutamos mucho. 

Desde el Confesionario, empiezo a instalar el pasamanos.


Llegaré hasta el anclaje natural en forma de aguja.
Al final, desmonté y bajamos por el pozo.



Bajando al guano abundante.

vistazo al pozo desde el inicio de la escalada.


Terminando la escalada de la chimenea, hay que pasar por la gatera y la cuerdecilla.

Una vez arriba, al otro lado del pasamanos.

Fijo una cuerda para que mis compañeros suban cómodamente la chimenea.

Desde el inicio, vemos que esta zona es frágil, hay que ir con prudencia.

a la izquierda hay dos pozos que no parecen de interés.

Lo bonito al fondo.

Zona poco visitada y nada deteriorada.
Macarrones.



De vuelta subiendo el pozo.




De regreso, valoramos la opción de terminar de equipar el pasamanos, lo que haría más cómodo de visitar esta zona, pero igual suponía una mayor afluencia para esta zona, y siendo tan frágil, igual lo dejamos, para que el que quiere llegar, se lo curre un poco.





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