A veces las cosas no salen como uno se lo espera. Y eso nos pasó en esta
ocasión. Nos juntamos Beto, Nacho, Carlos y yo con un mono tremendo de
esquí, estamos en enero y yo no he estrenado la temporada. Dada la pobre
innivación del pirineo, decidimos probar fortuna en el lado francés que
había nevado la víspera e incluso en cotas bajas, pero tampoco había sido
mucho y no hay casi base, aunque visualmente parecía otra cosa.
Por el valle de Lhurs. el Midi y el Labigouer detrás.
Dudamos, sin un objetivo claro, y al final, se nos hizo tarde y tuvimos que
ir improvisando sobre la marcha. El caso es que acabamos en el valle de
Lhurs.
En un arrebato de locura se nos ocurre subir a la Mesa de los Tres Reyes por
el bonito valle de Lhurs, pero esa no es una ruta para el esquí, es un recorrido para el verano. Pero bueno, ya puestos, lo intentaremos. Después quisimos reconducir
hacia una vuelta al Billare, pero la falta de nieve no nos dejará. Tiempo
irregular y nieve cambiante. Al final, incluso esquiamos más de lo que
pensamos...
Nieve por la carretera desde Lescún, pero con talento al volante y las
ruedas de nieve llegamos al parking de Anapia. Nada más salir del coche, nos
equivocamos por seguir unas huellas de raquetas y será un primer designio de
que las cosas no irán todo lo bien que queríamos.
. Corregido el error del inicio, enlazamos con la senda correcta. Nos cuesta
abrir huella sobre una nieve profunda, pero como está bonito y tenemos mucho
mono de esquí, todo nos va bien.
Mínimo porteo
Fuimos de frente, craso error, es por la izquierda.
Nieve profunda
Encantado de abrir huella aunque sea por donde no es el camino.
Ya por el camino correcto.
Que ganas teníamos de ver montañas nevadas
No es una senda buena para el esquí
Incluso con zuecos tan contentos..
Cuando llegamos al paso del Piquet de Lhurs, un tramo expuesto poco antes de
la arista de Larranguns, ya comprendemos porque no hay esquiadores por aquí.
Aún con todo, pasamos mejor de lo esperado tanto a la ida como a la vuelta.
pero conviene ir muy atentos, prohibido resbalar...
Ojito con este paso, más expuesto de lo que parece en la foto.
Piquet de Lhurs con esquís, nada aconsejable.
La caída es fatal. Ante la duda, crampones.
Luego la vegetación hace de barandilla psicológica.
Saliendo al barranco.
Otro paso nada cómoda, no es una ruta para esquiar...
Luego entramos al cauce, los zuecos vuelven a hacer presencia, de forma más
notable. Yo cambio hasta de focas. Dudo si subir por el barranco (luego
bajaremos por él) pero seguimos por el sendero, y fue la decisión correcta.
Llegamos a las dos cabañas, abiertas en invierno, (en verano solo está libre
la de arriba). La progresión es más lenta de lo deseado y ya vemos que el
horario no da para subir a la Mesa. Nos sentamos fuera del refugio a comer
un poco al sol, que se está mejor que dentro del refugio (un poco nevera).
De allí se nos ocurre saltar al valle del norte, dar la vuelta al Billarre y
bajar por el Cayolar de Anaye. Podría ser una curiosa circular bajando
seguramente a pie por la cascada de Sanchese (el
barranco de Sharrumbaut de Anaye), pero la falta de nieve nos impedirá completar el recorrido.
Salida del sendero también algo expuesta a aludes.
Por arriba iremos algo más altos que el sendero de verano.
La Tabla y la Mesa detrás.
En el llano sopla un viento gélido.
Agradecemos el sol en el refugio.
Que envidia de cabañas.
Subimos también a la segunda.
Apostamos por un nuevo objetivo, dar la vuelta al Billare y cambiamos
de rumbo.
Por la canal del fondo bajaremos.
Con esa idea salimos con ganas a cambiar de vertiente, pensando que igual al
Norte incluso hay más nieve.... ilusos....
La subida no es tan sencilla como parecía, tiene cierta exposición y con
cuidado salvamos un fuerte repecho. Después, entramos a un vallecillos
superior del que finalmente salimos por la izquierda, evitando algunos, otra
pala expuesta, por la que luego bajaremos esquiando.
Palas algo expuestas, pero el frío las mantiene.
Buscamos las piedras para asegurar.
Por el vallecillo superior.
Aquí al abrigo del aire disfrutamos este corto tramo.
La llegada a la arista final también tenía su exposición,
Carlos y yo trazamos por la izquierda
Nuestra subida más segura, pero por menos nieve.
Nacho y Beto por medio de la pala.
Llegando a la divisoria.
Beto y el Anie de fondo.
El coloso Orhi al fondo
Por la vertiente norte los sarrios - Isards campan a sus anchas
Hacias los Órganos de Camplong, el
pico de Oelharisse, encima del refugio de Laberouat
No hay apenas nieve por el Cayolar de Anaye.
Cuando asomamos, vemos con gran decepción que hay mucha menos nieve, la
decisión es fácil, volvemos por donde hemos venido. cambiaremos un poco la
trazada, haciéndolo todo más recto, soloa bajo hay un paso más inclinado,
pero tiene nieve suficiente y las purgas no son demasiado grandes. Aunque no
es una nieve fácil de esquiar, disfrutamos incluso más de lo que pensábamos.
Primeras palas amplias y agradecidas.
Para algunos la nieve no está tan buena,
Esta pala la disfrutamos pero bien.
A Carlos esta nieve no le gustó tanto...
Enfilamos al embudo, el paso clave.
Esta tieso pero se deja bajar.
Provocamos pequeñas purgas.
Luego otra agradecida pala hasta el ibón.
Entra frente y suben las temperaturas.
Salimos directos al ibón de Lhurs, y desde su borde nos tiramos rectos por
el barranco, podríamos habernos arrepentido, pero tiene bastante nieve y
podremos bajar, pero es fácil que no hubiera sido así, hay un par de pasos
delicados, que sin nieve abundante, serían imposibles de bajar y no hay
salida fácil del barranco.
Vamos hacia el barranco.
No sabemos si habrá continuidad o no...
Tenemos suerte y las cascadas se pueden bajar bien.
Pero la mala suerte que hemos tenido por arriba, nos acompaña por abajo y
salimos del barranco bien, la diagonal expuesta que gracias a los árboles es
menos de lo esperado, aunque yo me descalzaré los últimos metros para salvar
la llegada al paso horizontal, por donde en la curva ha caído una purga
mientras hemos estado por arriba. Luego el descenso es rápido y salimos por
el camino correcto a la pista.
Bajamos hacia el cortado.
La final de la diagonal no es fácil de esquiar...
Esta purga junto al paso no esta por la mañana...
Acabamos porteando para salir a la pista.
No ha sido un gran día de esquí, pero nos ha servido para abrir la
temporada, quitarnos el mono, conocer este valle en invierno (aunque no creo
que volvamos) e incluso hemos esquiado más y mejor de lo que imaginamos al
principio del día.
Para el domingo dan subida de temperaturas, y visto el percal, lo
dedicaremos al turismo. Bajamos a Urdos a dormir a casa de Luis, donde al
menos garantizamos el éxito de convivencia.
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