Pasados los excesos navideños, y con mis uñas en lento proceso de recuperación tras los estragos que me hicieron las botas en Telera, nos disponíamos a sacar los esquís.
Esta vez subo con Nacho “2” , Nacho Sancho, que tras mil y un intentos frustrados, podíamos hacer coincidir nuestras agendas y disfrutar de un día de montaña juntos.
Tras muchas consultas con amigos que han salido al monte estos dias, nos decantamos por el Pico Acue o Gabedaille o Señal de Espelunguere. Todos estos nombres para un modesto pico que no sobrepasa los 2300m. pero que constituye un mirador de primer orden.
De camino, dudamos si tendremos nieve, en España se ve muy alta, pero una vez cruzado el Tunel del Somport, comprobamos que no habrá que portear. La carretera esta con nieve, se puede subir un poco, pero al final dejamos el coche en una orilla pasadas unas curvas y nos calzamos los esquís.
Por la pista se progresa cómodamente, hay huella de esquís. Atajamos en un par de sitios la pista por la senda de verano. No es que haya nieve de sobra, pero haciendo un poco de off-road foqueo, subimos china chano.
Cuando se abre el valle, llega el dilema, subimos por el Norte o por el Sur? Hasta aquí, hemos subido con frío y nieve polvo sin transformar. Creemos que al Norte, aunque no habrá mucha nieve, es fácil que esté helada y requiera cuchillas. Como Nacho no lleva y no tiene mucha experiencia en esqui de montaña, decido que por el sur, al sol. Cagada!!
Tras algún que otro incómodo vadeo de los barrancos que exigen descalzarse o mucha motivación, perreo y técnica para sortearlos (lo consigo haciendo muchos malabarismos),
...llegamos al Puerto de Escalé de Aguas Tuertas, tras descalzarnos los esquis en un corto paso algo expuesto por la nieve dura.
Al sol recuperamos fuerzas y disfrutamos de la bella estampa de las aguas tuertas.
Me encantan estas aguas tuertas...
También nos juntamos con un mozo vasco que iba solo, creo recordar que se llama Luis. Que baja ya frustrado por el calor y la nieve pesada que ha encontrado por arriba. Le contagiamos de optimismo, pone focas y se sube con nosotros.
El sol comienza a calentar con ganas, y la nieve se transforma sobremanera. Al mismo tiempo comienza la tortura de los zuecos. Progresar se convierte en algo más que tedioso. Da igual abrir huella que seguirla, el zueco de casi un palmo por todo el esquí es inevitable y descorazonador. Los tres sufrimos su castigo.
Con todo esto, el ritmo se resiente, y vamos muy lentos, tanto que al final, a unos 200-300 metros de la cumbre tenemos que renunciar a ella para evitar que se nos haga de noche. Una pena, porque seguramente al norte, la nieve estará mejor.
En el descenso encontramos una nieve pesada, algo húmeda y muy lenta. Para Nacho la tortura, para el vasco y para mi, buenooo… es una nieve que deja hacer, con velocidad y continuidad se va bajando mas o menos bien.
Llegados al llano, toca descalzarse para sortear el paso del Puerto de Escalé. Decidimos continuar sin esquís para sortear el tramo de vadeo de las barranqueras incómodas. Luego ya nos calzamos esquís de nuevo. Para nuestra sorpresa, la nieve se está poniendo costra. Al irse el sol, ha bajado la temperatura rápidamente, y donde esta sopeta, se ha vuelto costra. Un poco mas abajo, como el sol no ha entrado, la nieve sigue polvo, y continuamos por la pista ya sin problemas y de forma rápida sobre buena nieve.
Un poco desilusinados por no haber hecho cumbre, volvemos un tanto apagados, pero un susto con el coche, (casi nos salimos de la pista por culpa del hielo) nos devuelve a la realidad con un subidón de adrenalina!
Vaya forma de pegarse la nieve a las focas!!!! acojonante!! una pena!
ResponderEliminarEso nos pasa por no llevar cera!!
ResponderEliminarCon una sencilla vela hubieramos solucionado en gran parte el problema!! solo que no pensabamos que subiria tan rápido la temperatura!!