Aprovecho que tengo que trabajar por la zona, y sin comer, me acerco a disfrutar de la tarde, con idea de buscar las localizaciones de cavidades que desconozco. Hago una rápida incursión a Candelones, para comprobar que no hay nada de cierto en un bulo que nos había llegado. Después visitaré MA-20 y aún sacaré rato para correr, buscar la Torca del Hoyonote y disfrutar por el cañón.
Sala principal de la MA-20
Empiezo la tarde en Candelones, bajo por la vía "clásica", no por la moderna equipada con químicos. No entro con trípode para no entretenerme, voy hasta el pozo y vuelvo para arriba. Aunque es mi quinta visita, me sigue gustando mucho esta cavidad, pocas encontraremos con semejante relación "calidad/precio".
Entrada a Candelones
Sala principal de Candelones, me sigue pareciendo impresionante.
Salgo rápido.
Después me voy a conocer una pequeña cavidad, en cuya boca de entrada ya había reparado en algunas de mis carreras/excursiones espeleológicas por la zona. Pero gracias a Sergio, del GER, sé que se trata de la MA-20, y que tras un pozo de 8 metros, y la rampa larga que le sucede, nos espera una bonita sala. Bajo entre una nube de mosquitos, localizo el spit mimetizado en la pared, y tras un fraccionamiento bajo al fondo. Desciendo la rampa, y abajo, cuando parece que no hay nada, se abre a la izquierda una ventana de acceso a la sala bonita. sitio para disfrutarlo con contemplación. Después en su fondo, hay una gatera por donde continua unos metros hasta cerrarse. No merece la pena mancharse en pasar la estrechez. Fotos y para afuera. Con una cuerda de 30 metros y una chapa fue suficiente.
Vídeo de la MA-20:
Entrada desde el pino.
El spit aunque viejo rosca bien, no se ve desde fuera...
Nube de mosquitos de bienvenida.
tronco amenazante sobre la cavidad.
Rampa que se baja andando
La cueva continúa por la ventana de la izquierda,
Aparecemos por la ventana.
Formaciones en la sala principal.
Amplia y coqueta sala.
Banderas por doquier para entretenerse
Parte final de la sala, no se ve el pozo que hay en medio.
Pozo descendente con la gatera que conduce a un piso inferior que no merece la pena.
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Topo improvisado de la MA-20
Tras la grata sorpresa de la MA-20 me iré a correr por la zona. Localizaré la sima del Hoyonote Grande. Estoy tentado de entrar, pero con la tarde tan magnífica que hace, casi me apetece más dar una vuelta y disfrutar del aspecto primaveral. Improviso una ruta, bajando al Cañón del río Lobos por un vallecillo marcado como ruta ecuestre. Llegado un punto, sigo descendiendo por un sencillo destrepe para bajar a un pequeño circo, del que salgo por un lateral a ver una aparente cavidad visible cuando vas andando por el fondo del cañón, pero que resulta ser un "pinchazo", sólo es la aparente entrada, no tiene desarrollo.
Aparezco por una vira y me acerco a ver si la cavidad promete...
Nada, falsa alarma
De lejos parece algo, pero luego nada, sin desarrollo.
Vuelvo por la vira al valle de entrada.
Bajar al fondo del cañón no será tarea fácil, y destrepo por una canal algo expuesta, tras un resoplido, consigo aparecer junto al río. Cambio de margen un poco más adelante y disfrutaré mucho de las luces, del paisaje, del trino de los pájaros,... me siento rico y afortunado de estar en ese momento por allí.
Bajaré por esta chimenea al cañón.
No fue fácil... bajar con cuidado.
Visto desde abajo.
Paso por debajo de la Sima de los Vientos o CJ13, en la zona de Cueva Negra, a la que a no mucho tardar habrá que ir. Paso por el pozo Perín y el desvío del Boquerón. Poco después, cuando ya estaba pensando en llegar al Puente de los 7 Ojos, improviso al ver un cartel de ruta equestre, miro en el mapa que me puede servir para acortar el recorrido, evitar el retorno por la carretera y además conocer otro camino. La apuesta salió bien, y por sendero claro, tras un cruce de caminos, llego a la sima del Perro y poco después a la Sima de la Basílica, para luego retornar hasta el coche que tengo en el parking de Candelones.
Tras las lluvias hay zonas con agua en el Cañón.
De allí en frente he bajado, y esa la cavidad que he ido a mirar.
Retrocedo unos metros aguas abajo para fotografiar la cavidad y el circo de descenso.
Lo que parecía y no era...
a disfrutar...
Con estas luces y a estas horas es un placer correr solo por aquí...
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